Este curso cambia totalmente mi perfil dentro del aula y dentro del centro escolar. Todo un reto para este nuevo camino que comienzo consciente de la responsabilidad que se me exige y cargada de nuevas ilusiones y bulléndome las ideas en la cabeza y el corazón palpitante. Bien es verdad que no puedo remediar la gran pena de dejar, por ahora, mi aula de infantil, a la que cada día subía con entusiasmo y proyectos renovados. De ahí que el niño José Antonio dibujara en mi rincón de la maestra, no solo la mesa y la silla, sino también las escaleras llenas de niños. Y es que estos pequeños son el verdadero rincón de la maestra, el epicentro de nuestra función docente.
Uno de los principales objetivos que nos hemos marcado el nuevo equipo Directivo del Colegio es el de potenciar la creatividad en el centro, en los docentes, en las aulas, en los chavales... Creo sinceramente que no tenemos futuro sin creatividad, sin flexibilidad, apertura y adaptación.. no hay futuro en lo meramente memorístico, ni mucho menos en la pasividad o en el silencio.
Pero las creatividad, más allá de ser una cualidad de todos los seres humanos, en una capacidad que debe ser estimulada desde el principio y en todo momento. Los niños de infantil son creativos, preguntones, curiosos, tienen sueños e ideas imaginativas a poco que los dejemos expresarse. Pero tenemos que dejar que se expresen, que lo hagan libremente, no darles todas las respuestas, tienen que experimentarlas y descubrirlas.
Los maestros tenemos mucho que aprender de los peques, escuchar y empatizar con ellos. Y eso es lo que como Directora quiero para nuestro claustro.
Por eso este vídeo nos puede ayudar a mejorar y apoyar nuestra creatividad como personas y como docentes.