Una de las cosas que ha cambiado entre la infancia de nuestros hijos y la nuestra, la gente adulta, es el desarrollo motor, la autonomía y la toma de decisiones.
En nuestra infancia solíamos estar la mayor parte del tiempo en la calle, jugando libremente con los vecinos o realizando algún recado para nuestros padres: comprar el pan o la sal que no quedaba en casa.
Esas horas de calle posibilitaban que desarrolláramos una gran habilidad en nuestros desplazamientos, que tuviéramos más o menos autonomía, que fuéramos capaces de orientarnos en el espacio, ya que nuestros padres depositaban la confianza en nosotros y nosotros aprendíamos a ser responsables.
Creo que más o menos, todos los que tenemos más de "taitantos años" nos reconocemos en esta estampa.
Pues bien, los niños que hoy llegan a las aulas no tienen ni la mitad de esas vivencias. Sí , tienen otras que nosotros no teníamos, también muy ricas y estimulantes, pero que no desarrollan esos aspectos tan importantes: autonomía, responsabilidad, desenvolvimiento...
Vivimos en una sociedad que ha impuesto el miedo y la sobreprotección a los pequeños, y hemos pasado del exceso de confianza a el exceso de protección y a la anticipación de los actos de los menores, coartando a sí su normal desarrollo. El aprendizaje por ensayo-error es una de los aprendizajes más significativos y eficaces que podemos poner en práctica.
Pues bien, ¿que podemos hacer en casa para estimular y desarrollar la ORIENTACIÓN ESPACIAL en nuestros hijos? Ahora que llegan las vacaciones, puede ser buen momento para poner en marcha este decálogo que he preparado:
- Déjalo moverse libremente por el espacio. Vigílalo pero no le prohíbas moverse
- No pasa nada si se cae y se hace un chichón, esto serán experiencias que le ayudarán a comprender el peligro de determinadas conductas.
- Háblale y utiliza un vocabulario rico y variado. Ten conversaciones con él y plantéale pequeños problemas de la vida cotidiana.
- Dale pequeñas responsabilidades en casa: recoger, poner la mesa, recogerla…
- Dependiendo la edad, dale pequeños recados que impliquen desplazamientos: llevar cosa de una habitación a otra.
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Invitarle a recoger ayudándole verbalmente: por las pelotas dentro del baúl, los muñecos encima de la mesa…
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Juega al escondite con objetos y que explique más tarde dónde lo había escondido. Juega al escondite clásico.8. Juega con él e invítale a colocar distintos objetos en situaciones diversas con respecto a él (colócate el sombrero en la cabeza) o con respecto a otros objetos ( pon el perro delante de la casa, por el árbol entre el perro y el gato).9. Realiza puzzles con revistas: coge una imagen, que la corte en 3 o 4 trozos y vuelva a componerla.10. Juega a los espejos e imitaciones, en los que el niño debe imitar los movimientos de la otra persona estando de frente o de espaldas: