En pleno noviembre no son extraños los días soleados y las temperaturas suaves, los árboles no adquieren esas preciosas e intensas tonalidades rojas, amarillas o naranjas de otras zonas más frías. Aquí, las hojas pasan de estar de un verde brillante a verde apagado o marrón pálido: disfrutamos muy poco del cromatismo del otoño. Los frutos que tenemos aquí cerca son los cítricos, no suele haber manzanas (salvo en el interior de la Región), y no hay ni castañas, ni nueces.... Llueve muy poco durante todo el año, pero en esta época llueve un poquito más.
Por estos motivos solemos retrasar la fiesta del otoño hasta casi la entrada del invierno.
Sin embargo, este año afortunadamente el frio ha entrado antes, hemos visto llover muchos días y las hojas de los árboles del patio se han caído mucho antes de lo habitual.
Quiero dar las gracias a los padres y madres que han participado, sin ellos esta fiesta no se hubiese podido realizar. La colaboración familiar es fundamental en educación, pero especialmente en este tramo educativo de los más peques. Muchas gracias a los que rascan un poco de su tiempo para colaborar con nosotros y hacer felices a sus hijos y a los de todos los demás.