Existen distintos métodos de aprender a leer y a escribir, ya he hablado de esto antes. En clase tratamos de combinar los beneficios de cada uno de ellos, ya que opino que no hay un método perfecto ni único.
Los niños de infantil, de 3 a 6 años, tienen unas características de pensamiento muy definidas, que se dan en todos pero a veces en distintos momentos, y otras veces con distinta incidencia. En ocasiones sólo se quedan con lo más llamativo de una cosa y les cuesta darse cuenta del resto; otras veces es al contrario y ven lo global pero les cuesta ver el detalle. Todas estas características las tenemos en cuenta y las trabajamos cada día en las aulas de infantil.
A la hora de trabajar la lectoescritura en el aula, debemos también tener presente que cada alumno es una persona diferente, cada uno tiene unos gustos diferenciados y también unas formas diferentes de aprender.
Hay quien necesita unos estímulos visuales y otros auditivos, a quien le gusta escribir y a quien le gusta el ordenador. ¿Quién dijo que la educación es una ciencia perfecta? ¿Quién pensó que nuestro trabajo es el de fichar y se acabó?
No, es un trabajo complejo en el que debemos tener en cuenta muchas variables y en el que no puedes tener la programación de un año para otro. Lo que este año funciona, el que viene no. Lo que para la mayoría del grupo es atractivo para fulanito, no. El método con el que aprenden unos muchos a veces no vale para unos pocos.
Como dice Celaya ser maestro es algo más.
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Estos días, con la introducción del programa LIM sobre piratas, todos se han mostrado entusiasmados por él, en especial uno de los chicos ha cambiado el chip. Antes no mostraba interés por las actividades de lectoescritura, ni por nuestra pizarra mágica, PDI. De repente, este recurso ha sido su estímulo para centrarse, y poner interés en la actividad, en la atención..¡Un cambiazo! Y yo estoy tan encantada como él. Y por eso es un placer compartirlo
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