Me encanta trabajar por rincones, pero cuando hablo de esto no me refiero tan sólo a la distribución espacial de los materiales.
Estoy hablando de metodología apoyada en esa organización del espacio y los materiales, en la metodología propuesta por Decroly. Partiendo de la observación y experimentación, pasando por la asociación de ideas y terminando con la expresión de ideas.
El trabajo por rincones potencia la necesidad y el deseo de aprender de los niños y niñas, de adquirir conocimientos nuevos, desarrolla el ansia de investigar.
A los educadores nos permite facilitar nuestra función programadora y tutorial, ya que los niños adquieren más autonomía y responsabilidades adaptadas a su edad.
Trabajar por rincones en mi clase es organizar la tarea diaria entorno a 5 rincones espaciales con cinco propuestas de actividad.
Los rincones que este año tengo (aunque son flexibles e irán variando en función de la unidad de trabajo) son los siguientes:
- Rincón del artista.
- Rincón del escritor.
- Rincón del juego.
- Rincón del científico.
- Rincón del constructor.Niños chicos acuden a su rincón (rotan cada día) y por equipos se ocupan de la propuesta de juego o trabajo que les he indicado al comienzo de la semana. Esto permite, que si van a usar punzones, como esta semana, sólo sean 5 o seis los que los utilizan y el control por parte del profesor sea fácil, o que si en un equipo la propuesta es más complicada (como es el caso de controlar el trazo) y/o requieren más atención individualizada, el tutor la pueda realizar de forma adecuada. Ya sabemos que observar individualizadamente a 27, como es mi caso, es bastante complicado.Por todo esto, en mi clase apuesto decididamente por una metodología de rincones.